GENTRIFICACIÓN: CUANDO TU BARRIO YA NO TE PERTENECE
Nacional: GENTRIFICACIÓN: CUANDO TU BARRIO YA NO TE PERTENECE / Gamaliel Velazco
Gamaliel Velazco
/ 2025-07-16
GENTRIFICACIÓN: CUANDO TU BARRIO YA NO TE PERTENECE
Por Marcos Cruz Velazco
Las calles no cambian de un día para otro. Pero hay procesos lentos y persistentes que modifican el pulso de un barrio hasta que sus antiguos habitantes ya no lo reconocen —o ya no lo pueden pagar. A eso se le llama gentrificación, un fenómeno que atraviesa muchas ciudades del mundo, incluida la Ciudad de México.
La gentrificación ocurre cuando ciertas zonas urbanas comienzan a ser revalorizadas por su ubicación, atractivo cultural o infraestructura, lo que trae consigo inversiones, desarrollos inmobiliarios, cafés de diseño, nuevos habitantes con mayor poder adquisitivo y, con el tiempo, el desplazamiento de quienes vivían ahí desde antes. Lo que para algunos puede parecer renovación urbana, para otros es una expulsión silenciosa.
Los alquileres suben, los negocios de siempre desaparecen, las tienditas se convierten en boutiques, y lo que era un espacio comunitario termina convertido en un escaparate de “lifestyle”. El fenómeno no sólo encarece la vida en barrios antes accesibles, también erosiona su tejido social, su memoria y su identidad.
Frente a esto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, anunció recientemente un paquete de medidas contra la especulación inmobiliaria. Entre ellas destaca la creación de un índice de precios de alquiler razonable, que buscará establecer topes acordes a variables como el valor catastral, las características del inmueble, los ingresos de la zona y la inflación. También se impulsará una Defensoría Pública de los Derechos de los Inquilinos, así como una regulación específica para los alquileres temporales —como los de Airbnb— que han presionado aún más el mercado.
Estas medidas forman parte del Bando 1 contra la gentrificación, y buscan contener el avance de un proceso que, si no se atiende, podría vaciar de vida a muchos de los barrios que hoy le dan rostro a la ciudad.
Combatir la gentrificación no implica oponerse a la transformación urbana. Se trata, más bien, de preguntarse transformación para quién, a qué precio y a costa de quién.