Día Mundial de la Seguridad Vial: Urge fortalecer la educación vial en México


Xalapa, Ver. 10 de junio de 2025. En el marco del Día Mundial de la Seguridad Vial, en México miles de vidas se pierden cada año debido a accidentes prevenibles, muchos de ellos causados por desconocimiento o falta de preparación al volante.

Aunque esta jornada busca generar conciencia global sobre la importancia del respeto a las normas de tránsito, en el país el panorama sigue siendo alarmante: las licencias de conducir son relativamente fáciles de obtener en varias entidades, sin necesidad de exámenes teóricos ni prácticos. Esto ha contribuido a una circulación con bajos estándares de seguridad, particularmente en carreteras, donde las imprudencias, el exceso de velocidad y la desinformación han cobrado vidas humanas.

“Es increíble que en pleno 2025 aún podamos obtener una licencia sin demostrar que sabemos conducir. Esto es una bomba de tiempo, especialmente fuera de las ciudades”, señaló Ana Rodríguez, especialista en movilidad y activista por la seguridad vial.

Según datos del INEGI y la Secretaría de Salud, más de 15 mil personas mueren cada año en accidentes viales en México, y una proporción importante ocurre en zonas carreteras. Muchos de estos incidentes podrían evitarse con mejor capacitación, señalización y programas educativos integrales.

Una solución de fondo debe empezar desde la base: la educación vial como parte del currículo escolar, desde edades tempranas. Así lo sostiene la asociación “Muévete Seguro”, que promueve programas escolares en zonas urbanas y rurales del país. “Si los niños crecen entendiendo que cruzar una calle tiene reglas, que manejar implica responsabilidad, que la velocidad mata, tendremos ciudadanos más conscientes a futuro”, apuntó su vocera, Leticia Núñez.

El Día Mundial de la Seguridad Vial no debe ser solo una fecha simbólica, sino un recordatorio de que el derecho a la movilidad segura es un asunto de vida o muerte. México necesita políticas más estrictas de expedición de licencias, campañas permanentes de concientización, y una profunda reforma educativa en temas de movilidad.

Porque la seguridad vial no es un privilegio, es una responsabilidad compartida.