28 de mayo. Redacción | Revista el Tlacuilo.- Ricardo Anaya, mejor conocido en los bajos mundos de la política como Canallín, reapareció desde su exilio voluntario (o “gira internacional de ideas”) para hacer un llamado que dejó a más de uno rascándose la cabeza: pidió a los panistas no salir a votar. Sí, leyeron bien. No votar. Porque, claro, cuando las cosas van mal… mejor no jugar.

Desde algún lugar lejos de las urnas (y de la justicia mexicana), Anaya declaró:

“La Comisión Permanente nacional ha hecho un llamado a todas y a todos los que ocupamos cargos de dirigencia en el PAN para no ser parte de este fraude vulgar y no salir a votar este domingo en esa elección fraudulenta”.

Y como si la estrategia no fuera ya lo suficientemente extraña, remató con espíritu rebelde:

“Se los digo con toda claridad, háganse sentir, grítenle a Morena que no nos hacen tontos. La forma de gritar es no acudir a votar”.

Pues no, Ricardo… por lo que vemos, se hacen tontos solos.

Lo más curioso del caso es que ni siquiera su propio partido le siguió el juego: la dirigencia nacional del PAN no logró un acuerdo para sumarse oficialmente a este llamado al abstencionismo. Tal vez porque entendieron que se llevarían entre las patas lass votaciones de Veracruz y Durango, porque si ya están batallando por los votos, perder el “voto duro” sería como dispararse en el pie… con una bazuca.

Y mientras Anaya con visión “monofocal” llama a la “resistencia silenciosa”, Morena agradece el gesto con una sonrisa. Porque si los opositores deciden no ir a votar, lo único que se escuchará en las urnas es el eco de la derrota… ¡No ayudes compadre!