Redacción | El Tlacuilo.- Jacob Sayas no solo ha picado piedra en la política: la ha cincelado con temple, perseverancia y una actitud que pocos logran mantener en un entorno tan demandante. Versátil, inquieto y siempre propositivo, Sayas se ha ganado el aprecio y el respeto de quienes lo conocen, no por imposición, sino a pulso limpio, con trabajo honesto y constante.

Recientemente, ha sido una figura muy activa en la campaña de la candidata de Morena-Verde, Daniela Griego Ceballos, participando directamente en actividades a ras de tierra, caminando las colonias de Xalapa, acompañando y sumando esfuerzos sin descanso. Lo que para muchos podría ser una rutina más en la vida política, para Jacob implica un esfuerzo físico mucho mayor: su condición de persona de talla pequeña hace que cada paso, cada trayecto y cada escalón representen un desafío adicional.

Y es precisamente ahí donde se hace más evidente su fortaleza. Porque mientras algunos se limitan a hablar desde la comodidad de una oficina o a través de redes sociales, Jacob se lanza a las calles con la energía de quien está convencido de lo que hace. Su "mentalidad de tiburón" no es una frase vacía; es una forma de vida.

Es necesario visibilizar también las barreras que enfrentan las personas de talla pequeña en entornos urbanos que rara vez están diseñados pensando en su movilidad. Aceras elevadas sin rampas adecuadas, banquetas invadidas por vehículos, transporte público sin accesibilidad, edificios públicos sin infraestructura incluyente: todos estos obstáculos se vuelven aún más complejos cuando se enfrenta una condición física distinta a la mayoría.

Sin embargo, Jacob Sayas no se detiene. Su activismo, su compromiso y su presencia constante en el territorio mandan un mensaje claro: la verdadera fuerza no se mide en centímetros, sino en convicciones. Incluir a Jacob para Xalapa sin duda ha sido un gran acierto.