(Redacción).- Fanática de los Premios Oscar vivió una espera solitaria antes de la ceremonia en el Dolby Theatre ; las calles que de manera regular se llenan de curiosos este año se vieron semivacías;
La usual multitud no acudió al Bulevar de los Ángeles ni a las tradicionales tiendas de suvenires.

Vivian Robinson, una fanática de los Premios, famosa por acudir cada año luciendo originales disfraces expresó sorprendida ante las cámaras: “Todo esto tiene un nombre, es culpa de nuestro presidente; muchos, incluyendo los que votaron por él no está de acuerdo con lo que está haciendo”; “tuvimos una mala versión de Trump antes, pero esto es peor”. La fan apunta que el turismo ha bajado porque hay miedo.

Al evento de este año lo acompañó la tristeza de los incendios que durante tres semanas devastaron las propiedades de muchos actores y la frustración porque su presidente prefirió enviar sus tropas a la frontera y no en auxilio de sus ciudadanos.

Por si esto fuera poco, la Academia decidió retar a Trump al otorgar una de las máximas categorías a una hija de inmigrantes, la actriz Zoe Saldaña, al recibir el premio de la Academia como la mejor actriz de reparto, completó el reto con un discurso emotivo y valiente en defensa de los inmigrantes:

"Mi abuela llegó a este país en 1961. ¡Soy una orgullosa hija de inmigrantes! Con sueños y dignidad y manos trabajadoras".

"Y soy la primera estadounidense de origen dominicano que acepta un Oscar. Y sé que no seré la última".

"¡Mami! Mami!". "Mi mamá está aquí. Toda mi familia está aquí. Estoy abrumada por este honor.

Expresó así la actriz de origen latino en medio del llanto, durante la 97.ª edición de los Premios Óscar en que muchos coincidieron que Donald Trump se merecía el Oscar como el “mejor” villano.