(Redacción) Para nadie es desconocido el cacicazgo que, desde Cosoleacaque, Cirilo Vázquez Lagunes ejerció en el sur del estado, pues bien, sus hijos continúan con el control absoluto de Cosoleacaque y van por la prolongación de su cacicazgo político.

Desde el 2010 los hermanos Vázquez Parissi se alternan el poder del Ayuntamiento de Cosoleacaque.

En el 2010 por primera ocasión Cirilo fue candidato a alcalde y gobernó hasta el 2013, mientras tanto, durante ese trienio, desde el DIF municipal el hermano menor, Ponciano, construyó la sucesión que se dio en el 2014. Ponciano gobernó el Ayuntamiento hasta el 2017, para después volver a cederle la silla embrujada de Cosoleacaque nuevamente a su hermano mayor Cirilo (2018-2021, quien le devolvió la cortesía a Ponciano en el 2021 para gobernar hasta el día de hoy “Su” municipio.

Ahora Cirilo se inscribió ya de nuevo para contender por la presidencia municipal, otra vez abanderado por el PRI… ¡Que barbaros! No tienen llenadera.

Pero no solamente han acaparado el poder municipal, también Cirilo fue diputado plurinominal local en el 2007-2010 representando al PAN, y del 2015 al 2018, fue plurinominal del PRI como diputado federal, después de que el Partido Acción Nacional lo desconociera como militante en el 2012 “por actos desleales al partido”.

En la pasada campaña, el candidato por Morena a la presidencia de dicho municipio, Eulalio Ríos Fararoni, denunció que durante los 11 años y tres gestiones (*ahora son 14 años y 4 gestiones) de los hermanos Vázquez Parissi al frente del ayuntamiento de Cosoleacaque, los hijos de Vázquez Lagunes se han caracterizado por un férreo cacicazgo de amenazas y la comisión de irregularidades en la asignación de contratos de obra pública.

“Informes del ejercicio presupuestal del municipio, de 2015 a 2020, revelan que durante las administraciones de Cirilo y Ponciano Vázquez Parissi, el gobierno de Cosoleacaque privilegió a sólo 13 empresas con la asignación de 428 contratos por 789.6 millones de pesos”. Declaró Ríos Fararoni… lo dicho, no tienen llenadera y van por más. Cirilo pretende la quinta administración municipal en manos de la familia; dice el dicho que “no hay quinto malo”, pero Cirilo es la excepción a la regla, es malo de malolandia.

Por si le hiciera falta al PRI el repudio popular, ahí va Cirilo para dejarlos más quemados aún.