(Redacción).- El Senador Gerardo Fernández Noroña de plano se abrió y desconoció a su homologo, el Senador Yunes Márquez. A través de un video, Noroña enmarca la filiación del “hijo del papá” dentro de la campaña de filiación masiva de Morena, y no como un acuerdo político.

Apunta con respecto al polémico amague de ingreso a las filas de Morena por parte de Yunes chiquito. “Está en la Comisión de Honor y Justicia y a mí me parece una salida correcta”.

“Ahí, este y otros casos deben ser tratados de manera serena y objetiva porque no será este el único caso porque NADIE SE PURIFICA POR LLEGAR A MORENA”, apuntó. Para después argumentar veladamente que las 14 Reformas coyunturales es el vehículo por donde se les está colando a Morena el Clan Yunes.

“Consta todo el tiempo que para mí la unidad es fundamental y si esta se pone en riesgo, si está tensando las fuerzas internas tampoco tiene sentido”, declara en el punto clave de su discurso y continúa: “estoy convencido de la unidad de Morena, del PT, del Verde, del Movimiento y sin duda del liderazgo de nuestras compañeras y compañeros gobernadores”. “En el caso particular de Rocío Nahle yo le tengo mucho cariño es una extraordinaria compañera y amiga y yo no me voy a pelear con ella, respeto sus puntos de vista” … ¡¿No que no tronabas pistolita?!

Cierra robaleando, argumenta tendencias políticas de Morena que solo existen en su mente: “nuestro Movimiento va desde la derecha hasta la izquierda integrando a muy diversas visiones de la patria” … ¡¿What?!... después recompone rematando: “Aunque yo en lo personal estoy convencido de ir hacía la izquierda en el proceso de transformación del país”.
Así de tibio pero lo suficientemente claro fue Noroña al lavarse las manos y retirarle su respaldo a Yunes Chiquito, pero el quemón ya se lo llevó y palo dado ni Dios lo quita.

Postdata: ¡Aguas! Porque mientras los reflectores están en el hijo, el papá (que tiene más mañas que un circo chino) podría estar afiliándose en lo oscurito y entre las sombras, sin llamar la atención, aplicando la perversidad que lo caracteriza.