(Redacción).- La noche de este miércoles se registró un devastador accidente aéreo en las inmediaciones del Aeropuerto Nacional Reagan, cuando un avión comercial Bombardier CRJ700 de PSA Airlines, filial de American Airlines, colisionó con un helicóptero militar Sikorsky H-60 Black Hawk del Ejército de Estados Unidos. En la aeronave comercial viajaban 60 pasajeros y cuatro tripulantes, mientras que el helicóptero llevaba a bordo a tres tripulantes en una misión de entrenamiento.

El impacto se produjo mientras el CRJ700 realizaba maniobras de aproximación a la pista. Según registros del tráfico aéreo, la torre de control intentó comunicarse con la tripulación del Black Hawk segundos antes del choque. "PAT25, ¿Tienes al CRJ a la vista?", preguntó el controlador, sin obtener respuesta. El helicóptero impactó en el costado derecho del fuselaje del avión, provocando una fuerte explosión visible desde varios puntos de la ciudad y dispersando los restos de ambas aeronaves en diferentes direcciones; incluido en el río Potomac.

De inmediato, equipos de emergencia se desplegaron en la zona, incluyendo bomberos, policía y unidades de rescate. Helicópteros iluminaron el área del siniestro mientras embarcaciones rastreaban el río en busca de posibles sobrevivientes. La temperatura del agua, de apenas 1,6 °C, representa un grave riesgo de hipotermia, reduciendo las posibilidades de supervivencia de quienes hayan caído al río.

Hasta el momento, la policía local ha confirmado la recuperación de varios cuerpos, aunque aún no se ha determinado el número total de víctimas.

El presidente Donald Trump se pronunció sobre el siniestro a través de Truth Social, asegurando que ambas aeronaves operaban adecuadamente, con las luces encendidas y en "una noche clara". Cuestionó la labor de la torre de control, preguntando: "¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si vieron el avión? Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado. ¡No está bien!". Cuestionó.