(Redacción). - La influyente revista “The New Yorker” publicó en portada una caricatura que ha causado revuelo, el dibujante Barry Blitt, es el autor del gráfico en el que el nuevo presidente aparece en un segundo plano, y con la figura cortada, mientras que Elon Musk se muestra completo y tomando protesta junto con Trump.

Muchos estadounidenses y ciudadanos de otros países se preguntan “qué nivel de influencia tendrá el dueño de X, de Tesla y de SpaceX en el nuevo gobierno republicano”; se trata de uno de los hombres más poderosos del mundo, no solamente económicamente, sino también políticamente a través de sus aplicaciones de redes sociales, al que Trump está dispuesto a hacer más poderoso aún.

Incluso se ha dicho que podría tratarse del sucesor de Donald Trump en la presidencia, a lo que el huésped republicano de la Casa Blanca atajó diciendo:

"No va a convertirse en presidente, se los puedo asegurar", dijo Trump. "Estoy tranquilo, ¿saben por qué? No puede serlo, no nació en este país", recordemos que Musk es nacido en Sudáfrica y nacionalizado estadounidense.

La caricatura es grandiosa, lapidaria, e infiere que Musk no requiere ser presidente para Gobernar E.U, pues cogobernará con Trump, no por nada el cartón editorial se titula "Dos son multitud"; acá en la aldea la máxima indica que “el poder no se comparte”.