(Redacción).- Hoy, queriendo hacer un chiste, la diputada local yunista, Indira San Román le llevó un ábaco al Secretario de Sefiplan del Gobierno de Veracruz, la chistosada no causó gracia, al contrario, hizo quedar mal a la legisladora pues la actual Legislatura se esfuerza por salir del debate corriente y trata de elevar su nivel político.

Pero más allá de eso, quizás la legisladora ocupaba más ese ábaco, pero ya se deshizo de él antes de contabilizar los millones de pesos que Yunes viejo desvío para financiar la campaña de su bodoque, a quién por cierto los veracruzanos repudiaron en las urnas a pesar del obsceno despilfarro de dinero en campaña.

Tan vez con el ábaco se hubiera podido calcular cuánto dinero les quitó a los duartistas Yunes Viejo, quien dicen los involucrados que los amenazó, encarceló y torturó solamente para que se pusieran la “del Puebla” con el dinero sustraído de las arcas; se tardaría, porque fueron cifras millonarias.

Hubiera sido buena idea que calculara cuánto dinero público le ordenó Miguel viejo gastar al compañero de Gabinete de la legisladora, Elías Assad, en medios de comunicación nacionales, para que ensalzaran la imagen de los Yunes, porque en la ofuscada cabeza del mastín soñaba que él o sus cachorros podían ser candidatos a la presidencia de México; incluso ahora se queja de que a López Doriga y Loret de Mola mientras les pagaba las entrevistas, se las ponían “de a pechito” y hablaban maravillas de él, y ahora que ya no les paga lo critican.

El ábaco hubiera sido buen instrumento para saber cuántas cámaras de vigilancia dejó funcionando su jefe al concluir el minigobierno; esa ecuación sí es fácil porque no llegaron ni a la mitad; lo que sí es más complicado es saber cuánto costo cada una de esas cámaras activadas, si el dinero designado para ellas fue de mil 400 millones de pesos.

Quizás la ex Senadora hubiera podido sumar también los recursos públicos de los que acusan a los hermanitos Yunes que desviaron de las arcas de los Ayuntamientos de Veracruz y Boca del Río; las denuncias ahí están y la evidencia que otorga su forma de vida y su multimillonario patrimonio los delatan.

Una tarea más lejana sería que calculara cuanto sustrajo Yunes Viejo del ISSTE de Felipe Calderón, la Fiscalía dijo que fueron 88 mil millones de pesos, pero quizás Indira usando su ábaco mágico nos pudiera revelar la cifra exacta.

Ya, por último, para que se anime la diputada a comprarse otro ábaco en sustitución del que regaló; que nos calcule por favor de cuanto fue “el moche” que le dieron a Ramón Poo Gil y a sus excolaboradores para que autorizaran la construcción del adefesio que llaman “Torre Centro” y en la que se asegura que tanto Chiquiyunes como Chiquifer tienen invertidos algunos de sus ahorritos. Esa Torre que en los buenos tiempos presumían que es la Torre más alta del sureste mexicano y que ofrecían a la venta cada departamento en 4 millones 700 mil pesos.

Fue una demanda de una vecina la que dejó al descubierto quién es el “propietario” de la Torre, se trata de Carlos Ramos de la Medina, quien fuera suplente del exalcalde Fernando Yunes Márquez durante su mandato de corrupción.
Es pregunta: ¿El ábaco podría calcular cuántos siglos de su salario hubiera necesitado Ramos de la Medina parta construir tamaño edificio? El inmueble fue valuado hace algunos años en 270 millones de pesos.

Por hoy es suficiente tarea de matemáticas, de la materia “dinero ilícito y el uso correcto del ábaco”.