CONGRESO DE VERACRUZ ¿CASA DEL PUEBLO O DE LOS DIPUTADOS? | Mi Humilde Opinión | El Tlacuilo
OPINIÓN | Revista el Tlacuilo: / El Tlacuilo
Es posible que saquen a la solemnidad del cuarto de los tiliches.
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OPINIÓN | Revista el Tlacuilo / 2024-11-18
Mi Humilde Opinión | El Tlacuilo.- La Gobernadora electa Rocío Nahle destacó dos puntos fundamentales del transitar legislativo “seriedad y nivel político”, ojalá y hayan entendido el mensaje los diputados, y sobre todo que la Junta de Coordinación Política tenga esa misma mística.
La reflexión lleva consecuentemente a recordar una serie de anécdotas que, a través de los tiempos y las Legislaturas, han sucedido al interior y en torno del edificio del Congreso de Veracruz, estas nos reflejan falta de sensibilidad y a veces nulo respeto por la investidura legislativa. Les compartimos algunas de ellas:
A quien redacta, le tocó estar presente cuándo el maestro Guillermo Zúñiga Martínez (+), a nombre de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, le otorgó un reconocimiento a Adela Micha, sabrá Dios qué motivo. Ese día el salón Lerdo de Tejada lucía en especial oscuro, y mientras la entonces consentidaza de Peña Nieto daba su discurso, un joven con mala puntería le lanzo una tanda de huevazos desde las butacas de atrás; los encargados de seguridad del recinto fueron ineficaces, no lograron detener al joven que salto la barda como si fuera una graciosa gacela. El resultado de la anécdota es que rodearon todo el Congreso con malla tipo militar, con navajas afiladas; resultó más fácil ofender al pueblo con un recinto que considera que afuera hay puro malandro, que capacitar a la Seguridad del Congreso.
A propósito del equipo de Seguridad del Congreso, tiene sus anécdotas, algunas de ellas ácidas y otras sólo para adultos; pero una de las que más recordamos es la de Simón Iñiguez, a quien, siendo jefe del área, se le hizo gracioso amarrar a su sobrino (de unos 8 años de edad) a una curul, y subir sus fotos diciendo que “lo tenía secuestrado” en el Congreso.
Recordamos también las chuscas comparecencias de Arturo Bermúdez, entonces poderoso Secretario de Seguridad Pública; una de ellas cuándo armó toda una escena de “Misión Imposible”, para zafarse de los cuestionamientos de los diputados y salió del Congreso al estilo de Tom Cruz en helicóptero, según él para atender una supuesta emergencia. En otra de estas comparecencias, se blindó a tal grado la seguridad alrededor del inmueble, que los policías estatales no dejaron llegar al recinto al maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo (+), quien en ese momento era Presidente de la Mesa Directiva.
¿Y qué tal Renato Tronco llegando a tomar protesta montando en un caballo fino? No lo dejaron entrar al patio, sino “el bruto” hubiera ingresado hasta el recinto.
O el “Diputaco” Edgar Hernández Dañu, que llegó al patio central acompañado de mariachis y se echó sus gorgoritos musicales; el ridículo referido tiene empate con aquella ocasión en que, hasta el Salón Venustiano Carranza, entraron los mariachis que algún admirador le mandó a la entonces diputada local, Marichoques Gamboa; no se los enviaron a su domicilio, como era prudente, sino que llegaron cantando al Congreso para que “todo México se entere”.
O el caso reciente del Diputado disfrazado de binario, Ky Durán Chincoya, que como si la curul fuera de su propiedad la cubrió con una cobija multicolor, que por cierto no lavaba nunca.
El anecdotario es amplio, pero con estos botones de muestra bastan; esperemos que regrese el protocolo fino al Congreso Veracruzano, porque la forma es fondo. Ojalá y sí saquen a la solemnidad del cuarto de los tiliches, en donde la han tenido arrumbada tantos años.
Ya de pilón y por favor ¡ya quiten esa barda de reclusorio! Es agresiva y ofensiva.