5 de junio, 2024 (Redacción Tlacuilo).- Poco a poco las “cajas chicas” del Clan del Estero se han ido acortando; les quitaron los fondos del Acuario, por ejemplo. La multimillonaria inversión en la “torre azul” está detenida y sus inversionistas desesperados, póngase de ejemplo al francés loco.

Los veracruzanos en el estado mostraron con su voto que ya están hartos del neopanismo; pero también lo están quienes habitan en su feudo, por lo que los ciudadanos están dispuestos a arrebatarles el próximo año en las urnas la fuente de financiamiento más importante que tienen en este momento, el Ayuntamiento de Veracruz Puerto.

En el proceso 2024, el neopanismo no pudo ganar la Gubernatura en el Puerto, en un distrito hubo empate técnico y en el otro ganó Rocío Nahle; pero tampoco lograron ganar la diputación federal, en la que Rosa María Espejo se reeligió caminando.

Por su parte, en el distrito XV Veracruz, diputación local, el panista Daniel Hermida fue derrotado contundentemente por Pepín Ruíz, quien a pesar de no ser un morenista de origen se lo llevó por diferencia de casi 12 mil votos ¡No tuvo tiempo de montar en su caballo!

En el distrito 14 Veracruz, diputación local, la amiga y empresaria periodística, Bertha Ahued Malpica hizo pedazos a Gerardo Loya, dejándolo atrás por diferencia de casi 30 mil votos; cabe apuntar que Bertha fue víctima de la guerra sucia y cobarde que aplicó la oposición como “estrategia”, pero ni aun así lograron menguar el gran afecto que le tiene la sociedad jarocha, que ha crecido leyendo el Dictamen como la opción más profesional de información de aquella región.

En este proceso electoral, el voto duro neopanista se volvió flácido; los que presumen de ser una “chucha cuerera” en la operación electoral suman ya su segunda derrota al hilo a la gubernatura, vacunados por Morena.
Morena de Veracruz Puerto está listo para ganar la presidencia municipal, y trae candidatas fuertes, así que ¡váyanle poniendo a los PANuchos “las Golondrinas”, “Adiós mamá Carlota” “A chillar a otra parte”, o la rola de su preferencia para decirles adiós. Y… ¡Nos saludan a “nunca vuelvan”!