CUIDADO CON EL RESENTIMIENTO QUE GENERAN, PUEDE SALIRSE DE CONTROL

15 de abril, 2024(El Tlacuilo).- Da pena ajena observar a una caterva de hombres denostar, insultar y agredir a una mujer a través de sus redes y sus acciones, se trata de personajes contagiados del virus de odio de un protagonista político del que esa ha sido su esencia de vida y que ahora les marca la pauta de lo que deben hacer para _según él_ “ganar” las próximas elecciones.

¿Tanta es la necesidad de triunfo que han perdido el pudor? ¿Tanto necesitan el poder que han olvidado su educación y formación? ¡Qué lamentable!

En campo, no cambian mucho las cosas, también se han dedicado a ordenar, o al menos generar violencia contra la candidata que les lleva la delantera ¿Se trata de ganar por ganar sin importar poner en riesgo a sus simpatizantes? Porque parecería que la idea de las provocaciones es que la sangre llegue al río para entonces gritar que Morena es represiva; pero esto a costa de sus militantes a los que están enviando como “carne de cañón”.

La provocación contra Rocío Nahle ha sido ya recurrente, desde lo sucedido en el café Parroquia de Boca del Río en donde un grupo de señoras le gritaron a la candidata que se fuera ¡¿en serio?! ¿Que abandonara un lugar público porque a ellas les molestaba? Ese actuar contrasta totalmente con la educación y el respeto del que presumimos los veracruzanos.

Ese día, del otro lado acompañaban a Nahle varias mujeres de carácter que conservaron la calma y no se engancharon en ninguna discusión con las damas, lo mismo sucedió con los simpatizantes que la acompañaban, que optaron por ignorarlas.

Después vino la provocación de Lerdo de Tejada, donde un “hombre”, a pesar de que Nahle dialoga con él, profiere insultos en su contra mientras un grupo de mujeres le sigue con gritos de “¡fuera!”, el pretexto para la provocación fue un lamentable caso policiaco, en el que Nahle no tiene injerencia. Sus acompañantes y simpatizantes de su proyecto también aguantaron vara, la protegieron, pero no se confrontaron.

Ahora, los provocadores subieron de tono en Tehuipango; lo bueno entre lo malo es que ahora sí dieron la cara, al tratarse de militantes del PRI plenamente identificados; durante un acto público de Morena y su candidata, un grupo de hombres, comandados por el presidente del PRI de ese municipio, instalaron un equipo de sonido enfrente para gritar descalificaciones contra la primera mujer con posibilidades reales de llegar a la gubernatura de Veracruz; aquí sí se estuvo a nada de que se generara un enfrentamiento físico, pues según explica la propia candidata, “los provocadores estuvieron cerca de agredir a Esteban Ramírez Zepeta”; con lo que era muy probable que sus simpatizantes respondieran; afortunadamente el zafarrancho que esperan no ha llegado, gracias a que han sido ignorados y no confrontados; y a que la candidata siempre ha llamado a la calma.

Los revoltosos no nos representan a los veracruzanos, Veracruz es de otra condición moral; tampoco nos representan quienes quieren llegar, aunque sea a costa de la violencia y de la sangre de su gente, porque si la violencia se desatara en un acto de campaña (¡Toco madera!) los que padecerían las consecuencias son los “de a pie”, tanto de un bando como el del otro; mientras los estrategas de la violencia seguirían posteando odio desde la seguridad de sus redes sociales y de sus conferencias de prensa, relamiéndose las ganas de llegar al poder a cualquier costo… Bueno, esa solamente es mi humilde opinión.