18 DE MARZO, DÍA LA EXPROPIACIÓN PETROLERA EN MÉXICO

Un hito histórico marcado por el Presidente Cárdenas

El 18 de marzo de 1938, en un discurso transmitido por radio nacional a las 10 de la noche, el Presidente de México en aquel entonces, Gral. Lázaro Cárdenas del Río, anunció un acto que resonaría en los anales de la historia mexicana: la expropiación de la industria petrolera.

Este hito, conocido como la Expropiación Petrolera, se erigió como un acto de soberanía nacional, respaldado por la implementación de la Ley de Expropiación de 1937 y el Artículo 27 de la Constitución Mexicana. La decisión de Cárdenas del Río de tomar el control de la industria petrolera en manos de compañías extranjeras dejó una marca indeleble en la identidad nacional de México y sus relaciones internacionales.

La expropiación fue precedida por años de conflictos laborales y disputas entre las compañías petroleras y los trabajadores mexicanos, así como por tensiones geopolíticas y económicas a nivel mundial. En este contexto, Cárdenas del Río tomó la decisión audaz de devolver los recursos petroleros al pueblo mexicano.

El discurso del General Cárdenas esa noche de marzo de 1938 resonó con un llamado a la unidad nacional y la justicia social. En sus palabras, se reflejaba el espíritu de un México decidido a reclamar su derecho sobre sus propios recursos naturales y a buscar un futuro de autodeterminación económica.

La expropiación marcó un punto de inflexión en la historia económica de México, transformando la industria petrolera en un pilar fundamental del desarrollo nacional. Las compañías expropiadas fueron nacionalizadas y reorganizadas bajo la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que se convertiría en una de las principales empresas estatales del país.

El impacto de la Expropiación Petrolera se sintió más allá de las fronteras de México, generando reacciones diversas en la comunidad internacional. Mientras que algunos países condenaron la medida como una violación a los derechos de propiedad, otros la celebraron como un acto de soberanía y dignidad nacional.

A pesar de las críticas y las tensiones diplomáticas que siguieron a la expropiación, el legado de este evento perdura en la memoria colectiva de México como un símbolo de valentía y determinación frente a la adversidad. Setenta y seis años después, la Expropiación Petrolera continúa siendo recordada como un hito histórico que definió el curso del país hacia la autodeterminación económica y la soberanía nacional.