SER CANDIDATO A DIPUTADO POR MORENA ¡MISIÓN CASI IMPOSIBLE!
ADMIN: / Revista el Tlacuilo
Quedarán fuera muchos personajes valiosos

Revista el Tlacuilo
ADMIN / 2024-02-15

Ser candidato o candidata de Morena a diputado, es misión casi imposible en este proceso electoral debido a varios factores; y hablamos de Morena porque es el partido que tiene más legisladores, tanto locales como federales; sus opositores la logran más tranquilamente, sobre todo porque cada vez son menos los ingenuos dispuestos a competir, descapitalizarse y perder, aunque sigue habiéndolos.

Mire usted, por principio de cuentas la inmensa mayoría de los que ya están buscarán reelegirse, muchos de ellos solamente harán la “mala obra”, pues su única intención es no perder la plataforma política, permanecer menos de un año y lanzarse para las alcaldías del 2025, válido, pero poco serio, por lo que el mejor cargo durante este proceso será ser suplente en lugar de candidato.

Después de eso, está la dichosa equidad de género, en la que deben ir mitad de hombres y mujeres, eso quita oportunidades tanto un género como a otro, porque como decía una vez un político en una crisis de sinceridad: “Si les dimos a las mujeres el 50% no fue por considerados, sino para amarrarlas, porque al paso que iban nos iban a dejar sin nada a los hombres”.

Después viene la cuota del sector vulnerable que reduce varias posibilidades para quienes son políticos de trayectoria, apuntamos que hay personas vulnerables que también lo son, pero desafortunadamente existen oportunistas como el Diputade Ki Durán, plurinominal, que después de no hacer nada tres años, aún tendrá el cinismo de buscar la reelección; y seguramente la logrará, por el miedo que tienen los políticos a dar una imagen de discriminación.

Así que hay muchos cuadros valiosos que quedarán fuera de toda posibilidad, personajes que podrían elevar la calidad legislativa de los Congresos, pero que se quedaran fuera porque los espacios están ocupados por algunos personajes bastante “básicos”, pero que se formaron primero en la fila de la 4T, apostándole a Morena cuándo casi ningún político “formado” le apostaba, mérito que hoy parece poco, pero entonces fue mucho.