
Revista el Tlacuilo
REDACCIÓN / 2023-09-12
No se puede mamar y patear el pesebre; el senador Ricardo Monreal empezó a cavar su tumba política cuándo decidió que era mayor su amor por su empleado que por del Movimiento que obtuvo su cargo.
El Senador se alió con Dante Delgado para realizar una feroz defensa por el encarcelamiento de un personaje vinculado con un homicidio; confrontándose de frente con la Fiscalía y el Gobierno de Veracruz, que es un estado estratégico para cualquier proyecto político de Morena, y de cualquier otro partido, pero ellos son los que están en el poder.
Desde ahí empezó su camino cuesta abajo, se le complicó el Senado y el futuro, a tal grado que quedó en el sótano de las encuestas, abajo del “Chango León” y hombro con hombro con “El Chico Verde”.
De ahí se apuntó el pasado jueves para contender por la jefatura de la Ciudad de México, pero ahora dice que siempre no, que no le dio permiso el mero mero candidato, Omar García Harfuch.
Declaró: “Es que está muy claro todo. La toma de la decisión ya hecha, no hay forma por ninguna vía”, se quejó el desgastado personaje, para disimular que ya está políticamente acabado y qué después de Senado lo esperan los solamente los parques para darles de comer a las palomas.
Ahora que lo rescaten del ostracismo Del Río Virgen o Dante Delgado, no pos´ no.