Un caso de fanatismo religioso en manos de un sociópata estremece al mundo una vez más, se trata de la secta religiosa ubicada en Kenia, en la región de la costa, Rhoda Onyancha; ahí el taxista convertido en “pastor”, Paul Nthenge Mackenzie, impartía una “doctrina” que consistía en ayunar hasta la muerte “para encontrarse con Jesús.

Hasta el momento se han localizado en los terrenos de la zona de la sede “religiosa” los cadáveres de 403 de personas que se dejaron llevar por el multiasesino, pero las víctimas podrían llegar a ser 613, que es el número de personas vinculadas a esa secta reportadas como desaparecidas.
Las autopsias practicadas revelaron que la mayoría de las personas murieron de hambre, pero algunas víctimas, incluidas menores de edad, fueron estranguladas, golpeadas o asfixiadas.
Paul Nthenge Mackenzie fue detenido el pasado 14 de abril y será procesado entre otros delitos por terrorismo, también arrestaron a 16 personas acusadas de velar para que ningún adepto cesara el ayuno o escapara al bosque de Shakahol, situado cerca de la ciudad de Malindi, y donde eran sepultados.

La “religión” de Mackenzie tenía miles de seguidores captados mediante programas de televisión, sin embargo, no todos se recluyeron en su sede; afortunadamente.

Con todo lo terrible del caso, las cifras de víctimas no supera la matanza de Guyana, ocurrida el 18 de noviembre de 1978, en donde se dio el “suicidio” masivo de 919 seguidores del “pastor” Jim Jones, quien también murió ahí mismo con un disparo en la cabeza.

Uno de los sobrevivientes de aquella masacre, conocido como Carter, afirmó que no debería hablarse de suicidio masivo, sino de asesinato masivo. Según Carter, “Jones entregaba el brebaje a cada uno mientras decía: No griten y mueran con dignidad; le veré en el paraíso, hermano; Hagan tomar a sus hijos primero; Por fin hemos conseguido la paz.” Además, quienes intentaban escapar eran balaceados ¡Terrible! Como terrible es este nuevo caso.