AHUED, EL ALCALDE CONSTRUCTOR
Xalapa. Ver: Ricardo Ahued, el alcalde constructor / Revista el Tlacuilo
Será el sereno, pero en nueve meses ha hecho más de lo que Hipolento hizo en cuatro años

Revista el Tlacuilo
Xalapa. Ver / 2022-11-18

Xalapa Ver. 18 de noviembre, 2922.- La administración municipal pasada de Xalapa hizo poca, muy poca obra pública y de mantenimiento de la ciudad.

De hecho fue casi nula y lo poco que hizo es para olvidarse, pues en vez de aportar a la infraestructura de movilidad e imagen, dilapidó recursos; de ejemplo está la ciclovía, la pérgola del parque Juárez y un montón de fierros soldados que “asegún” ellos, son una escultura a los desaparecidos ¡Ah! Y las placas que pusieron por toda la ciudad para que nos digan cómo se llaman los árboles y yerbitas plantados en Xalapa, sin duda una aportación cultural que nos cambió la vida ¡Que idea tan grandota!

La única obra pública que vimos digna de reconocerse fue el reasfaltado e iluminación de la calle Tapachula de las Ánimas, que es por donde circula la clase pudiente que lleva a sus hijos a un Colegio particular; pues como recordaremos Hipolento adoraba a la clase fifí y repudiaba a la prole; carácter que mostró hasta en lo político pues le quemó incienso a Yunes y nunca le vimos empático con Cuitláhuac.

En resumen, la ciudad de Xalapa padeció un abandono de cuatro años que ahora Ricardo Ahued Bardahuil está haciendo lo posible por resarcir y que, sin duda, requiere de solidaridad por parte de los ciudadanos que transitamos una ciudad repleta de obra pública que está abarcando todos los aspectos, desde la imagen urbana de las áreas verdes y su mantenimiento, pintura de guarniciones, protecciones y muros, hasta reasfaltado de calles y avenidas, lo que ha acentuado el caos vial que se vive en la capital de Veracruz, considerada como una de las ciudades con mayor parque vehicular promedio por habitante.

He aquí el por qué este Gobierno Municipal requiere ser respaldado por los ciudadanos, pues el esfuerzo para darnos una mejor ciudad es plausible, aunque cabe el estribillo de: “Disculpe las molestias que esta obra le ocasiona”. Aunque “Será el sereno” pero en nueve meses Ahued ha hecho más por Xalapa que lo que Hipolento hizo en cuatro años.
Hipolento regresó a la federación cada año alrededor de 15 millones de pesos, o sea que si Pitágoras no miente devolvió cerca de 60 millones en cuatro años; pero si observamos lo que está haciendo Ahued este año lo invertido rebasa por mucho los 15 millones de pesos que regresaba su antecesor ¡por mucho! ¿Dónde quedó entonces ese dinero que no se invirtió ni se devolvió a la federación? Seguramente en los bolsillos de algunos vivales que rodeaban al entonces alcalde, porque dicen (dicen) que él era honesto honesto… pero también impericio impericio.

Así es qué, al menos que seamos masoquistas, poniendo en una balanza las cosas, preferimos padecer las incomodidades de la obra pública a que devuelvan o se roben el dinero destinado a brindarnos una mejor ciudad ¡Solidarios! Diría el maestro Pepe Saidén.