Othón Hernández Candanedo no es una perita en dulce ni un dechado de honestidad, según los datos que revelan los registros de su administración en Misantla donde recibió diversos cuestionamientos, incluso por parte de su propio hermano quien lo relevó en el cargo, en lo que parecería la versión aldeana y tropicalizada de Caín contra Abel (Aún no sabemos bien quien de los dos es Caín)

Con todo lo que ha robaleado Othón Hernández como diputado, no deja de tener su relevancia para el PAN gracias a su curul y al control político que se pelea con su “carnal” en la región Misantla; por lo que sí es un duro golpe para los PANuchos su renuncia.

Así es, tal como lo lee usted, el diputado coordinador de la bancada albiazul (hasta noviembre)
Othón Hernández Candanedo confirmó que ya renunció al PAN desde el pasado 13 de septiembre.

A pesar de que renunció no dejará la coordinación de la bancada albiazul en el Congreso local hasta el próximo 4 de noviembre en que se cumple el periodo por el que fue electo, proclamándose “simpatizante del PAN” hasta esa fecha; caray, si Franz Kafka con su literatura grotesca o García Marqués con su realismo mágico hubieran sido veracruzanos de estos tiempos, habrían escrito crónica.

Othón reveló que la semana pasada le cantó su intención de renunciar a su dirigente, Marko Cortés, en el edificio del Comité Nacional, en donde le hizo saber que dejaría las filas del PAN; pero por lo visto al “líder” no le interesó retenerlo.

No olvidemos que Othón acaba de cambiar de bando, y de ser uno de los alfiles del Clan les jugó las contras a los Titos y Salomonchos apoyando el proyecto de los Chapitos, lo que encabronijó al nuevo presidente del CDE del PAN.

La furia de Salomoncho se incrementó a partir de que Othón fue de los panistas que votaron a favor de la reforma constitucional para reconocer como veracruzanas a las personas no nacidas en la entidad.

El asunto que derivó en la renuncia de Cadanedo fue que a Federico Salomócho Molina se le quemaban las habas por sacarlo de la coordinación de la bancada azul y montar ahí al “mil chaquetas”, Enrique Cambranis Torres. La vanidad de los neopanistas no les permitió esperar unos meses.

Ni modo, aquí y en China siempre va a funcionar la técnica de “divide y venceras”.