A los 90 años de edad falleció la actriz y comediante Anabel Gutiérrez, quien durante su adolescencia y juventud brilló en la época de oro del cine mexicano, pero que quizás permanece más en la memoria popular, desafortunadamente, por su interpretación de la mamá de la Chimoltrufia, personaje escrito por Chespirito e interpretado por Florinda Meza.

Anabelle Rafaela Gutiérrez Aicua (nombre completo de la actriz), hizo su debut actoral en 1949, siendo extra en un papel no acreditado para la película El diablo no es tan diablo. Del mismo modo, siendo una extra no acreditada, apareció junto a su hermana en algunas escenas de baile para la cinta La liga de las muchachas de 1950, y después de participar ya acreditada en algunas películas gozaría del apogeo de su carrera en 1955, al aparecer en el filme Escuela de vagabundos; película por la cual finalmente lograría ganar su primer y único Premio Ariel en 1956 en la categoría a Mejor actuación juvenil. Durante su carrera participó en 30 películas y 9 telenovelas.

Su muerte causó un gran impacto por tratarse de una leyenda del cine mexicano, diversas instituciones públicas se pronunciaron:

“La Secretaría de Cultura del Gobierno de México lamenta el fallecimiento de la primera actriz, quien tuvo una amplia carrera en la época de oro del cine mexicano, destacando por filmes como Muchachas de uniforme, Deseada, Rostros olvidados”.

El Instituto Mexicano de Cinematografía publicó: “Actriz destacada de nuestro cine, sigue con nosotros en películas como la comedia Escuela de vagabundos y el melodrama Muchachas de uniforme.
Abrazamos con cariño a su familia y amigos. ¡Gracias, Anabel por tu presencia en nuestras pantallas”.

La Filmoteca de la UNAM recordó: “Anabel Gutiérrez inició su carrera en la época de oro del cine mexicano. Participó en Muchachas de uniforme (1959), Caballero de la medida (1954) y Escuela de vagabundos (1955), cinta por la que ganó el Ariel a Mejor actuación juvenil”.