Francisco Gutiérrez de Velasco fue el alcalde que mandó a hacer una escultura de Sirena para colocar en el Malecón; en su momento se dijo que el rostro era el de su mismísima señora esposa, con la intención de inmortalizar a la entonces primera dama de Boca del Río. La referencia es para destacar que la “Sirena de Boca” siempre ha estado envuelta en la polémica; durante los años que lleva decorando la orilla del mar a la imagen le han colocado cubrebocas, latas de chelas; hasta le robaron la placa; pero ahora sí se pasaron, algunos vándalos la decoraron con plumones permanentes, le pintaron un collar, un moño en su brazo izquierdo y le maquillaron los ojos.

Pero no nos vayamos con la finta, los peligrosos no son los vándalos sino el actual alcalde Juan Manuel Unánue Abascal, que acostumbra echar a la basura las esculturas que no le cuachalangan, así es que ¡Aguas Sirena! ya lo hizo con la monumental de “Los Voladores” y no vaya a ser que por estar pintarrajeada seas la siguiente obra de arte en irse al basurero municipal.