11, julio, 2022.- Imagínese usted a un constructor que se compromete a trabajar sábados y domingos, con los consecuentes gastos extras que eso representa pero que obviamente ya están incluidos en su proyecto; después “el patrón” se enferma de Covid y tiene que aislarse por lo cual el “mil mañas” constructor dice: “¡China libre!” y decide no cumplir el compromiso de trabajo; pues eso mismo sucedió en Xalapa, pero con lo que no contaban los empresarios es con la pronta recuperación del alcalde Ricardo Ahued, que les personalmente a supervisarles la obra el pasado domingo.

Visiblemente encabronijado, Ricardo Ahued envió un mensaje mediante video; a los locatarios de la calle de Sayago les ofreció disculpas por lo prolongada que ha sido la obra y a la empresa que la rehabilita les hizo notar su falta de compromiso, además de advertirles qué el día de hoy tomará las medidas necesarias para sancionarlos y que los va a estar “cuchileando” para que concluyan a la brevedad.
“El que no pueda que deje la obra, no puede haber ni personal mío ni empresas con esta capacidad tan pobre”, dijo; así que se deben andar con pies de plomo los funcionarios de Obra Pública municipal, pues si saben leer entre líneas es tiempo que se activen o se van a ir; antes el alcalde había dejado notar que decidió ir personalmente a supervisar para que “no le oculten las cosas”; así que ya fueron dos jalones de orejas para sus subordinados y quizás la tercera sea la vencida.

Bien por la decisión de Ahued de meter orden, y también por la clase de administración pública que les dio a algunos de sus colegas, que con corazón masoquista absorben los errores y negligencias de otros; así no es, el que se equivoque que se vaya, porque si no terminarán arrastrando a quién manda, es tiempo ya de la cero tolerancia.