La fiesta de los poderosos continúa, Del Río Virgen se promueve como el Nelson Mandela de Chacaltianguis, con anuncios en espectaculares incluidos y amague de demandar a las autoridades por el atropello que _asegún él_ cometieron con su inmaculada persona; hasta parece burla.

La estrategia es buena y será quizás será el primer personaje que potencialice las pifias de la señora Fiscala, a quién deberá en algún momento agradecerle por sacarlo del anonimato y hacerlo uno de los personajes más populares del estado; esa doña Vero´ está bien salitre, capaz que si compra un Circo le enflacan los elefantes, los payasos se deprimen y a la mujer barbada le da alopecia.

Mientras que la plutocracia está de fiesta, los familiares del candidato asesinado pasan las de Caín, pues lo único que tienen es a su muerto y ellos sí están en espera de justicia, sin nada que celebrar.