15 de junio.- En un reportaje de un portal informativo nacional se describió lo que algunos ciudadanos han vivido cotidianamente con las grúas que operan en algunos municipios del estado, quienes bajo la “logística” de “ de tin marín de do pingüe” eligen automóviles para acarrearlos fuera de todo soporte legal a los corralones y cobrar exorbitantes sumas de dinero por liberarlos, bajo el beneplácito y ayuda de Tránsito del Estado; en respuesta, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez informó que desde hace ya tiempo su administración está revisando las concesiones a las empresas de grúas “que lastimosamente aprovechan una pequeña infracción de una persona en su vehículo e inmediatamente le imponen el arrastre al coche que quieren, al llevárselo a algún corral; le imponen también una cuota diaria”; explicó que eso está regulado, pero en las condiciones que les dejaron; “nosotros lo que vamos a hacer es modificar el reglamento, pero tenemos que ser muy hábiles en esto para evadir los amparos”, adelantó.

El caso de las grúas es uno más de una privatización fallida, operada por quienes ahora son muy críticos, afirmó el jefe del ejecutivo, no solamente privatizaron el servicio sino que también dejaron esquemas legales en caso de que “nosotros quisiéramos intervenir”. “Es importante que la gente sepa que estos esquemas privatizadores que apoyaron diputadas y diputados, adversarios nuestros ahora, aplaudían, ahora critican”. Abundó en la hipocresía de sus adversarios de “la derecha” que antes callaban y eran cómplices y ahora son muy críticos de eso que ellos dejaron.
Dio a conocer que las grúas que pertenecían al Estado las dejaron perder, por lo que el gobierno no cuenta desde hace años con estos vehículos, detalló que adquirirlas resulta difícil pues tendrían que decidir entre pagar la deuda heredada, hacer infraestructura y mejorar las condiciones de los trabajadores, o comprar vehículos.

Lo ideal sería que las grulleros quedaran fuera, pero entendemos que no es tan sencillo; pero al menos reconforta saber que los van a meter en orden, porque aparte de tener un negocio millonario, son hasta flojos, pues en lugar de buscar vehículos que realmente merezcan el arrastre; bajo cualquier pretexto se agarran al primero al que se les facilita meterle la grúa.

Ya de paso deberían de checar también quienes son los “empresarios”, porque corre cada rumor que ¡Ah Jesús bendito!