A la Fiscala se le ve agobiada; el último mes ha sido como si varios años le pasaran encima, así lo muestra una fotografía publicada por Multigráfica de Alberto García; las pifias se le han ido acumulando siendo la más cómica (en lo que puede uno reírse a sabiendas que hay daños colaterales a seres humanos) es la del joven repartidor capturado por un homicidio, siendo que el caso fue en Cosoleacaque mientras el joven nunca salió de Xalapa; al tema se une otro caso, en esta ocasión dramático, el de los padres de Viridiana que aseguran con datos muy evidentes que el cuerpo entregado no es el de su hija y solicitaran un peritaje ajeno al de la Fiscalía para sustentar su dicho. Si así sucediera la señora Verónica Hernández ya podría ir empacando su equipaje porque se iría.

A los dos anteriores errores ahora se suma el de Marlon “N” al que según la Fiscalía capturó, pero que en realidad se entregó él mismo ante Derechos Humanos; sí es cierto que lo localizaron en Yucatan pero se les peló y vino a dar él solito a Veracruz, quizás por eso su sonrisa cínica al ser presentado ante las mismas autoridades que burló durante más de un año.

Lo peor de los errores y horrores de la señora Fiscala es que ha mal informado a las autoridades estatales ocasionándoles cuestionamientos debido a las pifias de la señora Giadáns.

Quizás ya va siendo tiempo de que el Congreso prepare el cambio en la Fiscalía, sin embargo aún es sostenible, pero en el caso de que el cuerpo encontrado en Cardel no sea en el de la joven Viridiana, entonces sí, su salida sería obligada e inminente.