Algo quedó en claro con las declaraciones de autoridades municipales respecto al ecocidio de La Marquesa, Ánimas, es que los permisos para la devastación fueron una de las últimas gracias de Hipolento, ya que el Cabildo de Xalapa que el comandaba el xochimilca aprobó en noviembre (un mes antes de irse) el Programa de Reordenamiento Territorial del Municipio, mismo que fue publicado en la Gaceta Oficial del Estado en diciembre, dejándole las manos libres a los dueños para edificar en el terreno que ha escandalizado a los vecinos por la salvaje tala de árboles y la agresión a las especies endémicas; Sedema cerró la pinza pues de acuerdo a su Dictamen de Procedencia esta área en particular no es considerada como una zona restrictiva para la edificación.

Es evidente que se requiere la inversión para hacer una economía local sostenible, y la construcción de una nueva Plaza Comercial, en teoría, ayudará para que así suceda; sin embargo la operación del conjunto comercial tendrá que ir acompañado de nuevas vialidades, pues el cuello de botella estaría subiendo de las Ánimas; ojala no empiece a operar hasta que no se corrijan esos detalles, pues podrían afectar a quienes viven en esa zona.

Mientras tanto Hipolento ya reposa tranquilo en su casa, pues las consecuencias de sus dislates no las padece él; eso sí, en los tiempos en que no comía con manteca fue un feroz defensor del ecosistema de la ciudad, tanto así que logró detener la edificación de inmuebles en la Joyita; pero ya siendo alcalde se arregló con los Fernández (a uno lo tenía de Regidor) y además aprobó este tipo de proyectos ¡No todo es verdad ni mentira, todo depende del color del billete con que se mira!