Informar a detalle de los casos resueltos por parte de las Fiscalías debería ser un derecho ciudadano, pues los escuetos comunicados no ayudan en nada para la prevención del delito; un “se detuvieron a los presuntos agresores” “serán juzgados por homicidio doloso en grado de tentativa” o “son vinculados a proceso”; señalar que fueron detenidos por lesiones, amenazas, narco menudeo, robo de vehículo, etcétera poco aporta; los comunicados deberían contener datos del móvil de los delitos, de su modus operandi; si fue venganza, asalto común, si vigilaban desde antes a las víctimas o si eran elegidas al azar; si los presuntos delincuentes están vinculados al crimen organizado. En el caso de los secuestradores en qué se basaban para elegir a sus víctimas, qué sistema que ocupaban para el “levantón”; si son rateros de autos de donde los robaban y que hizo el dueño para descuidarse; es decir, detalles que ayuden a cuidarnos de los delincuentes.

Podríamos pensar que la Fiscalía es muy respetuosa del derecho del delincuente, pero debería respetar más el derecho de la población de estar informada a detalle, además, cuándo se trata de asuntos de sus adversarios políticos entonces sí dan santo y seña.

Ojala que el Congreso y las Comisiones de los Derechos Humanos de los delincuentes modifiquen y exijan a la Fiscalía que aporte mayor información, porque hasta los ojitos debemos de taparles para que cuando salgan y decidan seguir delinquiendo nadie los reconozca.

Para acabarla de amolar, la Fiscala tiene un acentuado menosprecio por la prensa y nunca, ni por error, ha dado una conferencia de prensa en donde se le pudiera preguntar detalles de los casos.

Urge que la Fiscalía respete el derecho a la información, es una responsabilidad que debe servir no solo para “medio informar” que se detienen a delincuentes, sino que debería ser una herramienta que el ciudadano utilice para protegerse de los delitos.