17 de marzo 2022.- Mal empieza la semana para el que ahorcan en lunes, y mal también empieza la administración para los presidentes y presidentas municipales que a menos de tres meses de gobierno ya empiezan a hacer agua; es el caso de la alcaldesa de Alvarado, Lizzette Álvarez Vera, que trae serios problemas con su Síndico y de la de Sayula de Alemán, Lorena Sánchez Vargas, que la agobian pendientes mayores; ahora se une al selecto grupo el alcalde de Juchique de Ferrer, Cruz Cuevas Hernández quien es acusado de violencia laboral contra un grupo de trabajadoras del Ayuntamiento que –aseguran- que por haberse negado a realizar trabajos pesados fuera de sus obligaciones fueron despedidas injustificadamente y sin cubrirle salaros atrasados, mucho menos fueron indemnizadas, aseguran.

Las trabajadoras ya acudieron el día de ayer frente al Congreso Local para solicitar el acompañamiento de los diputados locales, Othón Hernández Candanedo del distrito VIII de Misantla, del diputado del PT Ramón Díaz Ávila y la Diputada Anilu Ingram Vallines, quien preside la comisión de Derechos Humanos y Atención a Grupos Vulnerables.

Hoy las mujeres que se dicen afectadas se manifestarán en Plaza Lerdo para pedir el apoyo del Gobierno estatal.

El poder ofusca a quienes no están preparados para ejercerlo, quizás sea el fondo de estos tres casos; lo bueno para los poderosos y poderosas munícipes es que aún están empezando y que pueden corregir su manera de proceder; pero aguas, si no le bajan “dos rayitas” al ego podrían no concluir sus cuatro años, porque este tipo de asuntos bien planteados ante el Congreso, son fulminantes.