14 de febrero, 2022.- Aunque parecería que el racismo va de salida en Estados Unidos, no es así, es más, el reciente paso del radical Donald Trump evidenció que existen nutridos grupos extremistas que se niegan a dejar de discriminar a negros y latinos.

En la temporada del 2016, el jugador estrella de los 49ers, Colin Kaepernick, comenzó a arrodillarse durante la interpretación del himno nacional de los Estados Unidos en señal de protesta por una serie de episodios de brutalidad policial contra ciudadanos afroamericanos acontecidos durante el verano de ese año. Ese gesto, fue imitado por más jugadores de la NFL, la acción generó un debate muy polarizado tanto a favor como en contra.

La controversia aumentó en septiembre de 2017, cuando el entonces presidente Donald Trump llegó a pedir a los propietarios de las franquicias de la NFL el despido para aquellos jugadores que protestaran mientras sonaba el himno; como consecuencia Kaep fue etiquetado “proscripto” (*expulsado) y dejó de jugar en los 49ers desde enero de 2017 y no sólo eso, nunca más pisó un campo.

Al finalizar esa temporada, cuando pasó a ser agente libre porque se le había terminado el contrato con San Francisco, no fue fichado por ningún otro equipo, se trató de un bloqueo implícito, pero no escrito, que la liga le hizo porque, de acuerdo a Trump, le faltó el respeto a un símbolo patrio.

Por ese referente histórico, escandalizó y prendió los focos de alerta en la NFL la acción del rapero Eminem durante su presentación en el show del Medio Tiempo del Super Bowl LVI, cuando el cantante blanco puso una de sus rodillas en el suelo, que se interpretó como protesta contra el racismo, en clara alusión a la protesta encabezada por Kaepernick hace ya seis años.

Eminem cantó su famoso tema “Lose Yourself” y aprovechó para poner una de sus rodillas en la base del escenario, como lo hacía en su momento el quarterback Colin.