Aunque ya no le prestan mucha atención, Cheko Gutiérrez sigue haciendo su anticipada y particular campaña proselitista; su actitud emula a Fidel Herrera quien comenzó a caminar por su cuenta hasta lograr ser nombrado candidato; aunque en un inicio no estaba en el ánimo del entonces Gobernador logro crear un respaldo irreversible; claro que existe una gran diferencia de circunstancias, la principal de ellas es que en ese momento el presidente del país no era del partido afín al Gobernador, por lo que el altiplano tuvo poco que ver en la designación del oriundo de Nopaltepec.

Pero, en fin, el tema del aventurero Moreno es sacado a colación solamente para preguntar por Pepe Yunes; asegún el hijo de Don Pepe pretende volver a ser candidato, pero paradójicamente está desvinculado del estado; solamente aparece para realizar eventos minúsculos que cuándo mucho le alcanzarían para ser Síndico de Coatepec, o quizás Regidor de Perote.

Lo que hace Gutiérrez es lo que debería estar haciendo Pepe Yunes, pero no; su frialdad hacía los veracruzanos es similar a la de la primera helada del Cofre de Perote. Y si antes no hizo su chamba, ahora que de plano Cheko se ha desinflado, menos le entrará al ruedo quien pretender ser candidato del PRI, pero intenta lograrlo volando a medio gas y nadando de a muertito.

Lo mismo sucede con el panista Julen Remetería; es evidente que desea la candidatura de su partido para la grande, pero la busca con miedo a sus antagonistas, con desapego con los veracruzanos e impulsando a su hijo, que pobrecito, no rebuzna porque se requiere saberse la tonada para poder hacerlo.

Morena resultó ser tan expansionista que a falta de opositores reales ellos mismos están siendo su propia oposición; mientras que los figurones de los partidos contrarios, ni cachan, ni pichan… pero sí dejan batear, sino que le pregunten a Cheko.