Antes de que se vayan los miembros del cabildo de Banderilla, los habitantes de ese municipio pidieron al Congreso local que se verifiquen presuntas irregularidades que se cometieron durante los últimos meses del cuatrienio y qué cree usted, que los diputados les hicieron caso y acaban de ordenar una auditoria y la de sorpresas que se van a llevar. Al parecer decenas de ciudadanos fueron objeto de una estafa por un programa de vivienda que fue cobrado por la autoridad municipal en su totalidad, sin embargo las aportaciones no fueron registradas… y no hubo viviendas para nadie.

Los vecinos también denunciaron que varias calles que en el papel fueron reportadas como pavimentadas, en la realidad siguen igual descuidadas. Hay obras de drenaje que no se concluyeron y líneas de agua que nunca se instalaron, pero fueron reportadas como terminadas y nuevas. Y por si lo anterior fuera poco, empleados municipales denunciaron que a la fecha no han cobrado su aguinaldo que tenían que cobrar a más tardar el 20 de diciembre, por lo que piden verificar los movimientos que ha llevado a cabo la Tesorería en estas últimas semanas.

Pero ahí no terminan los problemas para Banderilla. Resulta que el alcalde electo David Sangabriel Bonilla, un perredista que ganó por la coalición PAN-PRI-PRD, dio chaquetazo a los partidos que lo postularon y se fue con Morena, lo que puso furiosos a los banderillenses que amenazan con armarle un bonito jaleo el 1 de enero en que tome posesión.

¿Por qué cambió de bando don David? Vaya usted a saber, pero ya que la chaqueteó, bueno será que se deje ayudar y guiar por los que saben porque de lo contrario quizá no termine su cuatrienio.