El impuesto predial que pagan oportunamente al menos la mitad de los veracruzanos, no es la gran maravilla que unos imaginan, es decir, no saca del atolladero a los ayuntamientos y casi nunca se utiliza para pago de servicios, aunque es bueno reconocer que hay excepciones en algunos municipios donde sí se le da buen uso.

¿Entonces en qué se utiliza? En pagar recargos o adeudos que los propios ayuntamientos tienen con los bancos y otros acreedores, aunque a veces sólo alcanza para pagar intereses, o intereses de los intereses. Por lo anterior, el Gobierno del Estado está proponiendo ser él quien cobre el impuesto predial a fin de que destine a los fines para los que fue concebido y no se desvíe a otros menesteres. Pero…

Varios alcaldes han levantado las cejas entre otras razones porque les quitarán la caja chica de la que han dispuesto por años. Y hay otros que se niegan pero por otros motivos.

El alcalde de Orizaba, Igor Rojí López rechazó la propuesta. Dijo que se podría complicar su devolución y no fluir con la rapidez que se necesita para mantener la calidad de los servicios que hay en ciudades como Orizaba. Explicó que en el caso del ayuntamiento que preside, los ingresos municipales, principalmente el predial y el agua potable, se destinan al pago de la limpia pública, el alumbrado, el arreglo de parques y jardines, entre otros, pero que además es dinero que se necesita día a día, por lo que no está de acuerdo en que el gobierno estatal cobre ese gravamen.

Indicó que el Estado debe respetar el artículo 115 constitucional y la autonomía municipal, fortalecer las finanzas municipales y los ingresos del municipio. Y lo mismos están diciendo otros alcaldes por lo que el impuesto predial amenaza en convertirse en un problema entre varios municipios con el gobierno estatal. Veremos en qué termina.