Desde hace semanas, si no es que desde hace meses, habitantes de los municipios de Veracruz y Medellín de Bravo, sufren por la falta de agua debido a dos razones; porque son personas de escasos recursos y porque el agua se las cobran más cara que un kilo de carne.

Al manifestar que dejar sin este servicio a los pobladores, es “inhumano” y violatorio de los Derechos Humanos, el diputado de Morena Fernando Arteaga Alponte, llamó a los alcaldes de ambos municipios, así como al Grupo Metropolitano de Agua y Saneamiento y al Instituto Metropolitano de Agua, a evitar la suspensión del suministro a quienes no puedan pagar el servicio.

“Es inhumano que ante esta grave crisis global, las empresas y autoridades municipales, dejen sin un mínimo vital de agua potable a miles de familias veracruzanas”, dijo el legislador que es Presidente de la Comisión Permanente de Agua Potable y Saneamiento.

Arteaga Alponte pidió garantizar la prestación puntual y sin interrupciones del servicio insistiendo en que se trata de un Derecho Humano. Y tiene razón, pero no basta con la buena intención, a la que por cierto se sumaron los grupos de casi todas las bancadas, sino actuar de inmediato.

Una solución es que los diputados se sienten con las empresas, que hay que decirlo, son afectadas por falta de ingresos, y que sean los municipios los paguen parte del adeudo a fin de que éste no sea una carga para los morosos. Ah, y que por favor cobren lo justo por el agua y no como si ésta fuera pepitas de oro.