“La deuda que el ayuntamiento de Xalapa le va a heredar a Ricardo Ahued por 99 millones de pesos, se generó en la época en que Fidel Herrera fue gobernador de Veracruz, es decir se viene arrastrando desde hace cuatro administraciones municipales”, dijo el alcalde Hipólito Rodríguez que tiene un pretexto para cualquier dislate y un problema para cada solución. Y agregó que su administración no contrató deuda, lo cual es cierto. Usted no llega al banco y dice: “Vengo a contratar una deuda por equis cantidad”, sino que solicita un préstamo que si no lo paga se convierte en deuda.

Pero Hipólito no ve las cosas de esa manera. En más de una ocasión ha insistido en que dejará las finanzas sanas, pero no ha aclarado porque corrió a todo el personal de la contraloría interna. Dice que ha hecho obra, pero ésta no se ve por ningún lado a excepción de unos cuantos tramos de calles pavimentadas y la famosa ciclopista (su obra emblemática), que ha resultado un fraude pues ni es bien aprovechada por los ciclistas y ha entorpecido la circulación vial en la avenida Ruiz Cortines.

Independientemente de su elevado (¿o inflado?) costo.
Si en tiempos pretéritos no salía de su oficina para no enfrentarse con los reporteros, ahora busca cualquier oportunidad para hablar con ellos y justificar sus omisiones, sus gastos superfluos, la inflada que le dio a la nómina con la contratación de chilangos que vinieron a hincharse los bolsillos, pero sirvieron para maldita la cosa. Insistimos, qué bueno que ya se va el peor alcalde que ha tenido Xalapa, pero no se irá así nomás como así; deberá responder por varios millones extraviados y no sólo por los 99 millones cuya responsabilidad quiere achacársela a un gobernador que no gobierna desde hace 12 años.