Este domingo y lunes los panteones de Xalapa lucieron repletos de gente que fue a visitar a sus muertos, a limpiar sus tumbas y (en algunos casos) a comer tamales y escuchar la música que le gustaba al difunto. Tras la pandemia que obligó al cierre de los cementerios, en estos días lucieron “con vida” y llenos de colorido. A excepción de uno.

El antiguo cementerio de Xalapa declarado monumento histórico por el presidente Miguel de la Madrid lució triste, abandonado y cubierto de monte. No hubo nadie que contratara unos tres o cuatro “chapeadores” que le quitaran la maleza y el monte.

En este cementerio están sepultadas entre otras personalidades, el maestro Enrique C. Rébsamen y los gobernadores Juan de la Luz Enríquez y Sebastián Camacho que lo inauguró en 1831.

Antes de que llegara la 4T, en ese cementerio se realizaban por estos días, visitas guiadas donde se contaba la historia del lugar y los personajes que en ella se encuentran. Pero ahora ni eso y menos con tanto monte.

Quizá para cubrir el expediente, alguien mandó encalar la barda que da a la calle 20 de noviembre, les agregó unas pinturas medio rocambolescas y eso fue todo.

Ni hablar. No deja de ser una tristeza que un monumento con tanta historia esté en el abandono… igual que un cementerio.