Xalapa Ver. 26 de octubre.- Amarrar navajas es uno de los deportes nacionales más socorridos; pero hacerlo entre personajes públicos tiene un especial encanto; en Veracruz han habido varias Olimpiadas de incidía para tratar de confrontar a los personajes de la cúpula política; una de las más famosas fue cuándo Fidel Herrera se salió del script he inició “por su cuenta” una precampaña hacía la gubernatura que en aquella ocasión y en aquellos tiempos le dio un exitoso resultado.

Ahora, aparentemente, es un Moreno y no un prieto (dicho el chiste sin discriminación ya que quién escribe también es subido de color) quién está caminando y agrupando sectores; la lectura generalizada entonces es que “el caminante” pretende la candidatura número uno del estado, aunque aún faltan dos años y medio para que se defina.

La reacción popular entonces es de amarrarle navajas con el Gobernador, que de plano dijo que “no lo conoce”. Ante la declaración los insidiosos se regodearon con una serie de fotos en donde aparecen juntos; sin embargo lo que se nos olvida es que un Gobernador tiene el pleno derecho de “no conocer a quién él quiera.”

Por su parte a Sergio Gutiérrez Luna le corresponderá en este momento aguantar vara y así lo está haciendo, pues nadie con pretensiones reales de llegar a algo se distanciaría con el Gobernador en funciones antes de tener “el chivo amarrado”, y si es inteligente tampoco lo haría después. Sergio respondió como indica librito: “tiene todo mi respeto, es una persona que está trabajando por Veracruz y está dando resultados”.

Como quiera que sea, si es verdad que el presidente de la Mesa Directiva de la diputación federal aspira a la candidatura, está marcando para crecer una línea política distinta a los otros aspirantes, lo está haciendo como dice también el famoso librito, convocando a sectores importantes de la sociedad y trabajando a favor de su terruño, actitudes que hasta el momento no han hecho otros “suspirantes”, de quienes la empatía no es una virtud que los acompañe.

Eso sí, el respeto al primer mandatario debe ser una probidad que acompañe a todos los que sueñan con el dos mil veinticuatro, porque a nadie le conviene ponerse lastres en una carrera; sobre todo si es tan prolongada.

Por otra parte, a los veracruzanos nos conviene que quienes ejercen el poder hagan equipo en favor de Veracruz, quizás no para el proyecto futuro sino para el inmediato, en el que la cámara baja del Congreso de la Unión podría ayudar mucho para cuajar las metas impuestas por el actual Gobierno del estado.