Todos los veracruzanos, hasta los más neófitos, saben que la señora Isabel Inés Romero Cruz, fue designada de manera por demás irregular como Presidenta Magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz. Bueno, hasta ella lo sabe. Sin embargo decidió aceptar el encargo.

Como primeras providencias, Chavelita dispuso de 500 millones de pesos que eran para cubrir los gastos de esa dependencia en este 2021, lo que llevó al Poder Judicial a enfrentar la peor crisis financiera de su historia. Pero ahora se quiere lavar las manos al señalar que no es responsable y de paso como que se quiere victimizar. Por Dios, señora.

Chavelita quiere que el Congreso local y Sefiplan la saquen del atolladero y a ver cómo le hacen. “Tenemos que terminar el año, y lo único que les puedo decir es que no soy responsable de ello (de la crisis financiera)”.

Ah, pero cómo no.

Al preguntarle qué opinaba sobre las declaraciones del titular de la Sefiplan José Lima Franco, en el sentido de que no podrán otorgarle los 500 millones de pesos que solicita, como que le llegó una ráfaga de optimismo y dijo “Ya estamos resolviendo ese asunto, lo estamos resolviendo bien. Vamos muy bien, gracias a Dios”.

Por su bien más le vale, aunque dicen que Dios no cumple caprichos ni endereza jorobados.

Hay quienes aseguran que por inepta, Chavelita no llegará a las posadas como Presidenta Magistrada y se irá a su casa. Por el bien de la justicia eso sería muy bueno. Lo que no se va a valer, es que la dejen ir así nomás como así, sin que aclare qué hizo con más de la mitad del presupuesto que se asignó para el Poder Judicial y que no aparece. Y por lo visto, no aparecerá.