Luego de que intentó “tomar protesta” desde el penal de Amatlán de los Reyes, y tras una fallida solicitud para que lo dejaran en libertad para asumir su cargo como legislador federal, el ex Secretario de Gobierno yunista, Rogelio Franco Castán, fue notificado de que no procede su solicitud.

“No ha lugar a acordar favorablemente lo solicitado por el quejoso y su autorizado… Se concluye que es procedente que el Juez que instruye el proceso penal revise la prisión preventiva, en términos de lo dispuesto por el Código Nacional de Procedimientos Penales. Por ello, ante la solicitud del quejoso de que se conceda la libertad inmediata, no resulta factible de conformidad con lo establecido en los aludidos artículos 163 y 166 de la Ley de Amparo”, dice el acuerdo que le fue entregado al ex funcionario en el penal donde se encuentra recluido.

Al final de su redacción el acuerdo agrega de manera terminante: “Por lo tanto, el incidente planteado por el quejoso, en términos del artículo 154 de la Ley de Amparo, debe desecharse de plano, por así permitirlo el artículo 66 de dicha normativa y 57 del Código Federal de Procedimientos Civiles, supletorio en la materia”.

Los abogados de Rogelio argumentaban que como había rendido su protesta “en ausencia”, tenía derecho a quedar libre de inmediato porque ya gozaba de fuero constitucional. Pero las autoridades veracruzanas pensaron de otra manera y ordenaron que siga el proceso en prisión.

Ni hablar, el señor se queda.