Revista el Tlacuilo
OPINIÓN | Revista el Tlacuilo / 2025-06-07
7 de junio 2025. Banderilla Veracruz | Redacción Revista el Tlacuilo.- En esta fecha tan señalada como el Día de la Libertad de Expresión, la ironía se pasea con sombrero ajeno por las calles de Banderilla, Veracruz, donde Jorge Saldaña –periodista, locutor, conductor, escritor, compositor y, sobre todo, conciencia crítica de un México silenciado– es recordado con un busto... pero de esos que hacen llorar, no de emoción, sino de vergüenza.
Nacido el 5 de enero de 1931, Saldaña fue un hombre de mundo: estudió Derecho en la Universidad Veracruzana, Derecho Internacional en La Haya, Civilización Francesa en París y Periodismo en Madrid. Y aún con todo ese bagaje, nunca se despegó del terruño. Siempre llevó a Banderilla en el corazón… aunque el pueblo, por lo visto, no lo lleva ni en la memoria.
Como suele pasar, “nadie es profeta en su tierra”, y menos cuando la tierra la gobiernan quienes no distinguen un busto de bronce de uno de cemento. La “Casa de la Cultura Jorge Saldaña”, que más bien parece cuarto de tiliches con oficinas abandonadas, alberga una escultura que debía honrar su legado… pero más bien lo insulta.
El busto, obra de la administración de Esteban Acosta Lagunes, fue facturado como bronce, pero ¡ay, sorpresa!, con el paso del tiempo ha dejado ver el humilde cemento que lo compone. ¿Bronce? ¿Para qué? Si el cemento es más barato... Y si la cara no se cae de vergüenza, se cae a pedazos.
Lo más irónico es que lo único que sí era de metal, los lentes, que representaban las inconfundibles gafas del periodista, fueron robados hace años… y nadie los ha repuesto. Tal vez no se han dado cuenta. Tal vez sí, pero les vale una pura y dos con sal.
Y por si no bastara con el desprecio de una administración, llegó otra igual o peor. David Sangabriel Bonilla, actual presidente municipal, parece decidido a ganarse el trofeo al olvido institucional. No solo no ha reparado el daño, sino que mantiene a la figura de Saldaña en el abandono, como si su historia no importara.
¡Hay vivas que parecen mueras!, y hay bustos que dan pena ajena. Mientras el legado de Jorge Saldaña brilla en la historia del periodismo nacional, en Banderilla brilla por su ausencia el respeto que debería tener quien siempre tuvo presente a su pueblo.
Y así, entre telarañas y cemento descarado, el busto de Saldaña “preside” el Día de la Libertad de Expresión. Tal vez algún día a algún funcionario se le prenda el foco... aunque con estas administraciones, eso sí es soñar despierto.
¡Vaya desde aquí un respetuoso y firme recuerdo a Jorge Saldaña!
Veracruzano de raíz, mexicano de palabra y periodista que nunca le tuvo miedo a disentir… sin rajarse.