/ 2021-08-09
El pasado 20 de junio en la Catedral de Xalapa, el Arzobispo Hipólito Reyes Larios sorprendió a la grey católica al anunciar que estaba por entregar su renuncia al papa Francisco porque pronto cumpliría 75 años, edad para jubilarse de acuerdo con la ordenanza de la Iglesia Católica.
Durante esa misa Reyes Larios dijo sentirse satisfecho por su labor de 14 años al frente de la Arquidiócesis de Xalapa, en donde cumplió muchos proyectos para bien de los creyentes católicos. "Así lo marca la iglesia. Seguiremos hasta que el Santo Padre decida quién será mi sucesor", indicó ese día.
Pero el pasado domingo y cuando le faltaban cinco días para cumplir los 75 años, Monseñor Reyes Larios falleció de manera repentina lo que también sorprendió a la sociedad xalapeña y de todo el estado.
El vocero de la Arquidiócesis, José Manuel Suazo Reyes dio a conocer la noticia y dijo que Monseñor Reyes Larios falleció a las 8:40 am, víctima de una hemorragia interna, en un hospital de la ciudad de Xalapa.
Después del homenaje que recibió en la Catedral xalapeña el Arzobispo fue enterrado este lunes en la misma Catedral y sus restos descansarán a lado de San Rafael Guizar y Valencia.
Durante la misa de exequias que encabezó el obispo auxiliar Rafael Palma Capetillo, se leyó una carta enviada por el Papa Francisco que dice:
"Recibida la triste noticia del fallecimiento de monseñor Hipólito Reyes Larios, Arzobispo de Xalapa, el Santo Padre, desea hacer llegar su profundo pésame al clero consagrado y fieles laicos de esa iglesia, así como también a los familiares y conocidos del prelado. El Papa Francisco, lo encomienda a la materna intercesión de la bienaventurada virgen María".
Por su parte el obispo auxiliar, Rafael Palma Capetillo, despidió Monseñor Reyes Larios con el siguiente mensaje: "Nos duele y entristece mucho despedirnos de ti, ahora que yaces en el lecho de la muerte. Nos consuela la estela tan precisa que dejaste para sentir a Cristo y amar cada vez más a la Iglesia. Nos dejaste la lección de que hay que estar siempre disponibles ante la voluntad del Señor en todo momento hasta que él nos llame. Adiós, mi querido hermano Hipólito. Tú me diste fraternalmente la mano para venir a servir a nuestra amada Arquidiócesis de Xalapa. Doy gracias a Dios de haber compartido estos 5 años de camino que nos tocó. Desde aquí te despedimos con cariño y fervor. Estamos seguros que Jesús te dio la bienvenida en el cielo".