Redacción. – ¡Que suenen los tambores, que bailen las olas y que se agarre quien pueda! Porque Fidel Kuri salió más Tiburón que nunca y no se anduvo con… medias tintas, esta vez mordió fuerte.

La eterna batalla legal entre Fidel Kuri Grajales y la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) llegó a un capítulo digno de película: este 1 de diciembre, según reveló el periodista Ignacio Suárez, el Tribunal Colegiado de la Ciudad de México resolvió en última instancia a favor del ex dueño de los Tiburones Rojos de Veracruz. Sí, como lo leyó: ¡victoria total del Tibu!

¿Y qué significa esto? Que aquel episodio oscuro de 2019 —cuando la FMF desafilió al Veracruz entre adeudos, caos financiero y drama futbolero— tuvo más irregularidades que un fuera de lugar mal marcado. Los jarochos se quedaron sin equipo por años, pero ahora la justicia da un giro inesperado: la desafiliación fue ilegal.

Y lo que viene también pica: la FMF deberá pagar 10 millones de dólares a Fidel Kuri tras perder el proceso. No es solo un triunfo económico para el empresario, es un golpe en la mesa y un reconocimiento de que algo no se hizo bien desde la mesa de los “dueños” de la Liga MX.

Pero más allá de los billetes, lo que realmente prende el ánimo en el Puerto es la posibilidad, ahora más viva que nunca, de ver al Tibu de regreso. Fidel Kuri ya encendió la ilusión asegurando que el equipo “es de los veracruzanos” y que hará lo necesario para que vuelva a nadar en las aguas del fútbol mexicano.

Y por si fuera poco, la gobernadora Rocío Nahle confirmó que ya busca reunirse con un personaje clave (sin decir el nombre) para impulsar el regreso de los Tiburones Rojos. El ambiente huele a mar, a triunfo… y a fiesta rojiazul… ¡Tiburón, Tiburón, Tiburón a la vista…! ¡Dale Tiburón, ¡Dale Tiburón, Dale Tiburón!