Redacción. - Elizabeth Morales García, diputada del Partido del Trabajo, se mostró durante las comparecencias como una de las voces más atípicamente técnicas dentro del Congreso de Veracruz. En un panorama legislativo donde muchas intervenciones suelen diluirse en generalidades, su participación en las comparecencias de los secretarios del Gabinete estatal se destacó por un rasgo poco común: realizar preguntas que no buscaron la foto ni el golpe mediático, sino respuestas de fondo. Eso la coloca en una categoría distinta.

Mientras buena parte del Congreso se debate entre discursos protocolarios y posturas partidistas previsibles, Morales García ha asumido un papel que merece atención. Utilizó las comparecencias no como trámite, sino como instrumento de comunicación real. Llevó consigo cuestionamientos que recoge directamente de la ciudadanía y los convirtió en propuestas puntuales a los funcionarios del Ejecutivo, sin gritos ni sombrerazos, sino de manera estructurada y argumentada.

Pero su presencia no se limita a la coyuntura anual de las comparecencias. Durante meses, la diputada se convirtió en una de las impulsoras más visibles de la reforma operativa relacionada con la Fiscalía General del Estado, una iniciativa que, aunque técnica y compleja, será clave para mejorar la seguridad en Veracruz. Esta reforma, orientada a modificar el funcionamiento interno, la capacidad de respuesta y los mecanismos de supervisión de la institución, no es un debate menor: toca directamente la columna vertebral del sistema de procuración de justicia.

A diferencia de quienes optan por la retórica de la indignación, ella se mueve en el terreno de lo estructural. Esta visión más técnica que política es, quizá, una de sus mayores aportaciones en un momento en que el estado enfrenta desafíos serios en materia de violencia, impunidad y criminalidad.

Su actuar manda una señal que vale la pena subrayar: no todas las preguntas son gritos o defensas a ultranza; a veces, las más importantes son las que se formulan con datos, conocimiento y una agenda clara. Elizabeth Morales García está construyendo precisamente eso: una voz que no compite por volumen, sino por rigor. Y, en el contexto actual de Veracruz; esas voces hacen más falta que nunca; más dentro de un partido, el PT, que se veía sin muchas “tablas”.