DÍA DEL CINE MEXICANO: UNA PANTALLA QUE RETRATA NUESTRA IDENTIDAD

El 15 de agosto marca una fecha especial para la cultura nacional: el Día del Cine Mexicano, instaurado en recuerdo de la primera proyección pública realizada en la Ciudad de México en 1896. Desde aquel momento, la pantalla grande se convirtió en un espejo de la vida y las inquietudes del país, capaz de retratar sus contrastes, sus alegrías y sus heridas.

A lo largo de más de un siglo, el cine nacional ha sido una forma de expresión artística que ha capturado las historias, tradiciones y problemáticas de México, desde las epopeyas rurales del cine de oro hasta las narrativas urbanas y crudas del cine contemporáneo. Sin embargo, la industria ha tenido que navegar contra corrientes adversas: el malinchismo que privilegia las producciones extranjeras, la desigual distribución en salas y la falta de apoyos constantes han limitado su alcance.

Pese a estos retos, el cine mexicano sigue produciendo obras de gran calidad que han logrado reconocimiento internacional y, sobre todo, la complicidad del público que busca verse reflejado en ellas. Este día no solo celebra una fecha histórica, sino que invita a reconocer el valor de un arte que ha contado nuestra historia con imágenes, diálogos y silencios capaces de trascender generaciones.