Redacción.- Seguramente usted tiene la buena fortuna de NO conocer a un tal Julián “N”, realmente no se apellida N, pero así les apodan las fiscalías a los delincuentes, porque una vez que los atrapan son muy sensibles y hay que cuidarles su buen apellido y su buena reputación; además de tratarlos como si fueran seres humanos. Pero mientras no son capturados delinquen, fanfarronean y hasta corridos tumbados quieren que les compongan.

Citamos al personaje porque la Fiscalía General del Estado informó que, a través de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro y la Extorsión logró sentenciarlo a de 50 años de prisión como responsable del delito de secuestro agravado cometido desde el año 2021, en agravio de la víctima identificada con las iniciales S.A.R.V.

Además, le fueron suspendidos sus derechos civiles y políticos, asimismo se estableció un pago por concepto de reparación del daño a su víctima.

Dentro de la difícil situación que se vive ante la extorsión y el secuestro, condenas como esta nos dan esperanza que otros delincuentes sean condenados; por el momento ya cuentan con el repudio y el asco de la sociedad en su contra.