(Redacción).- Federico Salomóncho Molina está en el limbo; después de que sus patrones huyeran para salvar el pellejo y traicionaron las políticas que el partido blanquiazul y de su presidente nacional habían enarbolado; el aún presidente del PAN Veracruz se quedó huérfano; acostumbrado a recibir “línea” por parte de sus jefes, hoy está en la orfandad; sin credibilidad ni respaldo político.

La verdad es que a Marko Cortes le han faltado “anginas” para llevar a cabo el relevo obligado en el Comité Directivo Estatal del PAN Veracruz; lo evidente es que a pesar de la guerra de peroratas y de declarar públicamente su amor traicionado por el mastín y su cachorro, tras bambalinas, Marko aún les tiene miedo; porque de no ser así, no hay explicación lógica para que el empleado del Estero, don Salomóncho, siga al frente de las finanzas del PAN Veracruz, chupándose las prerrogativas que antes le entregaba a sus patrones… ¿O se las sigue entregando?

Pero como nunca falta un roto para un descocido; Salomóncho ya se agarró de su… vocero a un ingenuo; se trata del ex delegado de SCT, Agustín Basilio de la Vega, quien se ha convertido en el juglar de Fede-rico, para cubrirle las espaldas ante el nulo liderazgo que tiene el aún presidente panista ante la sociedad y sobre todo ante su militante; que triste papel le está tocando hacer a Basilio.

El cambio para el PAN Veracruz es urgente, porque en enero del próximo año deberán de estar ya definidos los candidatos a las presidencias municipales de los 212 municipios veracruzanos, y mientras Salomóncho siga ahí, el riesgo de que sean los Yunes del Estero quienes decidan a las y los candidaturas sigue latente; lo que sería lapidario para ese partido, pues la gente afín a los Yunes está más quemada que el rey de España en gira por Valencia.

La oposición en Veracruz y en México no requiere de enemigos, solitos pueden darse en la torre; aquí el botón de muestra con el presidente invisible, Federico Salomóncho, y sus vejigas que está utilizando para nadar… de a muertito.