3 de noviembre, 2023.- El día de ayer pudimos ver la ofrenda de un municipio conurbado a Xalapa, que omitiremos su nombre, pero empieza con “B” y termina con “anderilla”; y su “ofrenda” está de pena ajena.

Ya de chismosos navegamos por páginas oficiales y redes de algunos otros Ayuntamientos y varios andan en las mismas; si no tenían ganas de festejar pues no lo hubieran hecho.

Lo mismo algunos centros comerciales que teniendo a la mano todos los productos pusieron un pinchurriento altar, que para los muertos ni vale la pena el viajezote desde el inframundo, y con el tráfico que debe de haber en la carretera mística porque todos vienen el mismo día; es el caso, por ejemplo, de Woolmart Express de Xalapa; su homenaje a los muertos son unas veladoras mal puestas y unas florecillas; así que no hagan nada, porque los muertos se “lamientan” de haber venido.

Por otro lado, podemos echar fanfarrias para ayuntamientos como Tuxpan y Xalapa, que sus celebraciones estuvieron llenas de trabajo profesional, original, sensible y majestuoso. Y qué decir del gobierno estatal que hasta el record Ginness rompió con el altar más grande del mundo, hicieron las festividades en grande, en todo, no solo en el altar.

Decía mi abuela, muy sabia ella, “si no quieres hacer las cosas no las hagas”, porque “el flojo trabaja dos veces”; por eso ofrezco disculpas a mi abuela, por si por algún problema del GPS del inframundo no llegó a nuestra casa y fue a caer en alguno de esos altares “¡fuchi caca!”; “discúlpame mamá Sofía”, chambones hay en todas partes.