¡Pobre Universidad Veracruzana! Después de pasar ocho largos años en el infierno de los intereses personales y de la grilla barata que salió muy cara, de doña Sarita Ladrón de Guevara, ahora está sumida en el purgatorio de la inmovilidad del nuevo rector Martín Gerardo Aguilar Sánchez y de su equipo; a quién le bastaron unos cuántos días para demostrar su impericia y para hacer cachos su impresionante currículum que ahora se ve como letra muerta, matizado con ínfulas de relumbrón, porque hasta el momento no se ha visto en absoluto la experiencia académica de la que presumía en campaña; el “don” ni cacha, ni picha, ni deja batear.

Su falta de autoridad y de conocimiento está quedando en evidencia al convocar al retorno a las clases presenciales para este lunes, así no más, sin acuerdos previos ni estrategias sanitarias; lo determinó por decreto.

Por tal motivo, el sindicato universitario, FESAPAUV, instruyó a los Catedráticos a que no se presenten a los planteles hasta que el rector no acuerde con ellos y garantice las medidas de higiene correspondientes para la prevención del “coronabicho”.

Al interior de la Universidad se vive un verdadero caos, pues el personal de la UV (hasta la tarde de ayer domingo) no ha recibido ningún documento oficial que les comunique su reincorporación a las clases en los planteles; del tema solamente existe un banner con el aviso de un mensaje “de bienvenida a las clases presenciales” por parte del rector; que dará este día lunes al más puro estilo de un emperador romano tocado por dios mismo; confiando en que su boca es la medida de la voluntad de todos sus servidores; veremos qué tal le sale.

¡Qué triste! con “don Cascarín” la UV salió de Guatemala para entrar a Guatepior.