Lo que son las cosas. Ya estaba listo el entramado para que Miguel Ángel Yunes hijo fuera por la alcaldía del puerto de Veracruz que le heredaría su hermano Fernando, pero el entramado se tambalea. Esa alcaldía sería la plataforma desde donde Miguelito despegaría rumbo a la gubernatura de Veracruz por segunda ocasión.

“Pero hay un problema, no cuenta con la residencia” le dijeron. “Eso no importa, que lo ayude Fernando con los papeles y listo” dijo Miguel Ángel padre. Y así lo hizo Fernando, pero lo cacharon en la maroma y su hermano perdió la candidatura.

La solución a este desaguisado que no esperaban fue Patricia Lobeira, esposa de Miguelito que entró como candidata sustituta… y ganó. Pero surgió otro problema, la señora se pasó bien feo con los topes de campaña. El INE quiso pasar por alto ese detalle y aseguró que no había tox, pero…

Por unanimidad, los magistrados de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenaron este viernes que se fiscalicen los gastos de campaña de la señora Lobeira, debido a que la Unidad Técnica de Fiscalización del INE no consideró diversos eventos como parte de dichos gastos, con los que presuntamente se estarían rebasando los topes establecidos por la ley.

Con lo anterior, el TEPJF le ordenó al INE que reponga el procedimiento de investigación en materia de fiscalización y le dijo que si se comprueba que la candidata del PAN Patricia Lobeira rebasó ese tope, en automático se anulará la elección y ella quedará inhabilitada para participar en la repetición de la misma.

Y para allá van las cosas.

Si se anula la elección del 6 de junio en el puerto jarocho, el clan de El Estero quedará en calidad de huérfano político porque no tendrá a nadie de quién echar mano. Lo más seguro es que para la siguiente elección el PAN se decante por Bingen Rementería al que los propios panistas dejaron en la orilla por preferir al tramposo de Miguelito.

Como decía Kiko: Qué cosas ¿no?