A la alcaldesa de Juchique de Ferrer ya le queda chico su municipio para armar desmanes, esta vez, denuncia “La Silla Rota de Colipa”, que la señora Gumercindo se llevó la fiesta hasta ese municipio; resguardada por el ejército armó un escándalazo, al parecer agobiada por los humos del alcohol; cerro calles al grito de: “¡Soy intocable!”, esto después de haber hecho (según ella) amarres políticos para emigrar su feudo hasta Colipa, ahí asegura que trae todos los hilos políticos amarrados.

Los desfiguros de la señora (aseveran los testigos) fueron de dar pena ajena; lo mismo que se comenta que sucede cuando agarra la fiesta en su municipio, pero esta vez lo hizo en tierra ajena.

Otra vez la señora tomó “tequila del valiente y prepotente”; o al menos eso narran quienes atestiguaron su paso triunfal por esas calles de dios.

Ojala que los generalísimos del Ejército volteen a ver en qué encomiendas son utilizados sus elementos enviados a Juchique, porque los traen de “guarros” y cuida puertas, respaldando los escándalos de la señora presidenta que cada día se vuelve más peligrosa.

¡CUIDADO! No vaya a ser que después del niño ahogado quieran tapar el pozo.