COSAS INEDITAS EN EL CONGRESO DE VERACRUZ
Xalapa. Ver: Inédito /
Se les hace bolas el engrudo


Xalapa. Ver / 2020-07-28

Existen dos alemanes muy odiosos, uno es Hitler y otro el Alzheimer; esperemos que el segundo de ellos no nos esté poniendo zancadilla, pero que recordemos nunca en el Congreso de Veracruz habían existido operadores políticos tan “limitaditos”; el día de ayer tuvimos un botón de muestra de la falta de conocimiento y de pericia por parte de quienes maniobran los temas que, al parecer, son coyunturales para la 4T veracruzana, lo que los puso en evidencia fue el amparo concedido al magistrado Marco Antonio Lezama Moo,

Después de haber sido destituido por rebasar el límite de edad de 70 años, el magistrado logró que el Juzgado Décimo Octavo de Distrito otorgara un plazo de 24 horas para restituirlo en el cargo ¡Tómala!

Nunca el Congreso de Veracruz se había llevado un revés de tamaña magnitud; lo más cercano a este oprobio fue cuando Duarte quiso imponer Alberto Tomasini Martínez como magistrado, pero se lo rabotaron en el pleno; pero de eso a lo que está sucediendo en este momento, hay una gran “diferiencia”.

COLGADOS CON ALFILERES
Y si es escandaloso que al Congreso le haya ganado un magistrado un amparo para ser restituido en el cargo; mucho mayor estigma será si la Suprema Corte de Justicia los obliga a devolver la alcaldía de Actopan a José Paulino Domínguez; versión que se ha manejado en varias ocasiones públicamente, y cuándo el río suena es que agua lleva.

También es inédito en la historia del Congreso de Veracruz que los cargos que ha otorgado estén sostenidos con alfileres; peligra el de la Fiscala Verónica Hernández, pues su nombramiento aún está cuestionado en los juzgados, al igual que el de la presidenta del Tribunal de Justicia, Sofía Martínez, ambas fueron nombradas por mayoriteo.

El mayoriteo no es una práctica nueva en los Congresos, pero lo que sí es novedoso es hacerlo sin amarrar antes los fundamentos legales necesarios.

Si les tumban uno o los dos cargos; los presidentes de la LXV Legislatura pasarían a la historia más manchados que un dálmata.